Ante
las recientes medidas del Ejecutivo costarricense, como por ejemplo la
disminución de la tasa de interés para fomentar el crecimiento económico, debe
recordarse que en política económica todo tiene que estar articulado.
Es
decir, las variables independientes van a influir sobre las variables
dependientes. Por ejemplo, si llamamos crecimiento económico (PIB) a la
dependiente, la tasa de interés, confianza empresarial, consumo, confianza de
los inversionistas, atracción de inversión directa extranjera, capital humano y
muchas otras serán las variables independientes.
A
nivel microeconómico existe un problema sin resolver: costos de producción
altos por el costo de la electricidad. El gobierno prometió que en 18 meses
solucionaría esto; sin embargo, no ha sido así.
El
sector empresarial necesita confiar en que el gobierno va a caminar en la
dirección correcta, (aumento del PIB, disminución del desempleo) y el sector
exportador necesita que el colón se devalúe para poder competir a nivel
internacional, ya que otros competidores han devaluado su moneda y, por ende,
sus productos en Estados Unidos serán más baratos que los productos ticos.
A
nivel macroeconómico se tiene una tasa de interés que no baja a pesar de que la
inflación acumulada de los últimos doce meses es de -0,86%, es decir, que los
productos transables y no transables que
se comercializan en el país han bajado de precio, por lo tanto, si se devalúa la moneda, esto tendría poco impacto
en la inflación y se estaría logrando que el sector exportador tenga una mayor
competitividad y, por ende, se aumenten las exportaciones y se logre un mayor
crecimiento económico.
El
Banco Central estableció una meta entre un 3% y un 5% de inflación para este
2015, pero a cómo van las cosas posiblemente se tendrá una deflación (inflación
negativa).
El
gobierno cree que una de las variables importantes para poder obtener un
crecimiento económico es la tasa de interés, y esto no es así. Para poder
contrarrestar la crisis del 2008, EE.UU aplicó una política monetaria altamente
expansiva con tasa de interés casi cero; sin embargo, el crecimiento no se
lograba porque hay un componente importante que es la confianza empresarial,
variable fundamental en un modelo econométrico para poder obtener el
crecimiento. Por lo tanto, no es cierto que por bajar la tasa de interés se
obtenga el tan ansiado crecimiento económico. Influyen otras variables y no solamente es la tasa de interés.
¿Qué
debería hacer el gobierno? Ganar la confianza del sector empresarial: primero
bajando el costo de la electricidad y, segundo, dejando que el Banco Central
actué. Si baja la tasa de inflación, lo más probable es que tiendan a bajar las
tasas de interés. También debe realizar alianzas públicas y privadas para
mejorar la competitividad del país. Debe también dejarse de preocupar por combatir la pobreza, ya que si el PIB
aumenta, disminuiría el desempleo y, por ende, la pobreza.
Es
necesario que exista un matrimonio entre el gobierno y la empresa privada para
revitalizar la alicaída economía, pues el Fondo Monetario Internacional (FMI)
pronosticó que la nuestra crecería un 3% este 2015 y que tendría uno de los
crecimientos más bajos del Itsmo, después de El Salvador (2.3%).
Es
dañina la alianza entre el gobierno y los sindicatos, ya que esta mina la
confianza empresarial. Se debe invertir en infraestructura, bajar el costo de
la electricidad, dejar que el Banco Central maneje la política monetaria y
lograr que la Asamblea Legislativa realice los cambios para propiciar una
apertura en el sector eléctrico, que es el talón de Aquiles de la alicaída
industria nacional e internacional.
Publicado en la revista Mercados & Tendencias el 4 de noviembre del 2015
http://revistamyt.com/voces/la-economia-no-crece-por-decreto/