Aumentar el
gasto en un entorno de desaceleración económica es el suicidio colectivo más
grande que la sociedad costarricense se puede permitir. ¡La historia juzgará a
los herejes!
El aumento
del presupuesto en un 19%, es decir cinco veces más que la inflación del 2013,
es el peor acto de irresponsabilidad de un gobierno, muy similar al caso de la
Argentina de Cristina y la Venezuela de Maduro.
Aumentar el
gasto del sector público no es prudente porque, a costa de elevar la deuda
interna y externa, nos endeudamos, y otros serán lo que tendrán que hacer el
ajuste o el paquetazo económico.
Nos
respalda la teoría económica. La crisis económica de España, Grecia
y Portugal tuvieron como preludio un déficit fiscal por encima del 5% del PIB y
una deuda con una proporción mayor a un 100% con respecto al PIB. ¿Qué
significa esto? Que todas las crisis económicas comienzan con un aumento del
gasto del sector público. Esto es lo que está haciendo el gobierno de Luis
Guillermo Solís al aumentar en un 19% el presupuesto del sector público con
respecto al año anterior.
Hoy en día entre
las recetas económicas para estas economías están el aumento de los impuestos y
la disminución del gasto del sector público, pero para evitar caer en esta
situación los gobiernos deben ser más austeros y tratar de generar más riqueza.
El FMI
aconseja aumentar los impuestos, pero en las actuales circunstancias de la
desaceleración de la economía tica sería contraproducente aumentar los
impuestos, ya que se generaría la quiebra de muchas empresas. En las actuales
circunstancias es mejor reducir el aparto del sector público, recaudar mejor
los impuestos y quitar todas las exenciones tributarias en lugar de pensar en
aumentar los impuestos.
Otros
ejemplos de Latinoamérica. Los países más “gastones” en América
Latina han sido Venezuela y Argentina, ambos con las tasas de inflación más
altas del mundo. Estos dos países han apostado por un crecimiento del PIB basado
en un aumento del gasto del sector público, por su ideología
(marxista-leninista) que propone una mayor participación del Estado en la
economía mediante la estatización de las empresas. Este modelo económico
funcionó en el corto plazo, produciendo altas tasas de crecimiento económico,
pero no en el largo, por eso hoy en día están viviendo penurias económicas.
Consecuencias
para Costa Rica. La historia económica mundial nos ha enseñado
que no es prudente ni aconsejable aumentar el gasto del sector público, ni
mucho menos endeudarse para pagar planillas, o reflotar instituciones como el Consejo
Nacional de Producción (CNP), que ya de por sí tenían déficit. Ningún economista en su sano juicio
recomendaría aumentar el presupuesto en una economía que tiene que endeudarse
un colon para sufragar dos por concepto de gasto del sector público. Por lo
tanto, el aumento del 19% lo que provocará será un aumento del déficit fiscal y,
por ende, de la deuda del sector público.
Además provocará un desplazamiento de
la inversión privada, pues al aumentar la deuda pondrá al Gobierno a competir
con los bancos para capturar “recursos frescos”. Esto hará subir la tasa de
interés. Solo que en este caso no se tendrán recursos externos baratos
(eurobonos), como sucedió en el 2010, ya que debido al efecto del “tapering”
las tasas de interés a nivel mundial tenderán a subir.
Publicado en el Periódico La República el 29 de noviembre del 2014.
https://www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=533323557
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