A Costa Rica
se le llama la Suiza Centroamericana por su economía y por la belleza de su paisaje.
Siempre ha sido el país de Centroamérica con mejores indicadores sociales y
económicos, así como un importante destino turístico por sus bellas playas, enormes
montañas y volcanes que sirven de
atracción de muchos turistas cada año. Sin embargo, aun cuando hoy en día el
potencial turístico del país sigue intacto (tan solo en el último año se
reportan dos millones trescientos mil turistas), su economía ha venido
flaqueando.
¿Qué es lo
que no le permite a Costa Rica seguir desarrollando su economía como lo había
venido haciendo años atrás? En este artículo propongo una respuesta basada en el
análisis de cuatro aspectos: el déficit
fiscal, el desmejoramiento de la calidad de la enseñanza en I y II ciclo, el
mal clima para iniciar una empresa y los altos costos de la electricidad y la
gasolina.
El
déficit fiscal. El problema del déficit fiscal es un problema
recurrente de los últimos 30 años. Comprende siete gobiernos, es decir, no es
responsabilidad de este gobierno ni del anterior, sino de los cinco que los
precedieron. Todas estas administraciones han aumentado el gasto sin tener una
partida de ingresos permanentes para sufragarlos. Muchos de estos gastos son
inflexibles, mas no así los ingresos, ya
que estos son variables y muy flexibles de acuerdo a los ciclos económicos de
expansión y recesión, lo que significa
que los ingresos tributarios pueden disminuir o aumentar.
De igual
manera, muchos gobiernos han cedido a las presiones de ciertos grupos de poder:
sindicatos, empresarios, productores, cooperativas, ministerios y organizaciones
de bienestar social. Estas presiones incrementaban el gasto del sector público,
ya que muchas veces no se tenían las correspondientes partidas de ingresos para
financiarlas.
Aunado a
esto, el Estado cuenta con muchas instituciones que duplican o triplican el
gasto del sector público. Por ejemplo, el sector agrícola tiene tres
instituciones que atienden este sector: el Ministerio de Agricultura, el
Consejo Nacional de Producción (CNP) y el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), cuyo nombre
es ahora INDER. Muchas veces es posible encontrar camionetas todo terreno del
MAG, CNP e INDER en una misma comunidad, lo que sin duda triplica el gasto.
El mismo
ejemplo de las instituciones que atienden el sector agrícola puede encontrarse
en otras en otros ministerios como el de la mujer, la vivienda, etc. Existen
también tres bancos del Estado: el Banco
Nacional de Costa Rica, el Banco de Costa Rica y el Banco de Crédito Agrícola
de Cartago, los cuales compiten entre sí dentro de un mismo mercado, pudiéndose
fusionar estos tres en un solo y así ahorrar una enorme cantidad de dinero y volverlo más eficiente y competitivo.
Todas estas
duplicidades de gasto producen un gasto muy elevado comparado con nuestros
ingresos. Prueba de ello es que gran porcentaje de los gastos del sector
público al 2013 corresponden a remuneraciones y transferencias por el orden del
80% en total (40% para cada uno). Si las cosas siguen así, la burocracia
estatal seguirá consumiendo los recursos que se capten por los ingresos
tributarios. Sin embargo, estos apenas
alcanzan el 14% del PIB, mientras que los gastos corresponden un 18% del PIB.
El año 2008
fue el único año en que Costa Rica tuvo un superávit del 0.8% del PIB. En el
2009 fue de un -3.4%, en el 2010 de un -5.2%, en el 2011 de un -4.1%, en el 2012
de un -4.6%, y en el 2013 de un -5.4%. Según pronósticos de muchos economistas en
el 2014 se esperaría un déficit de un
-6.6% del PIB.
El gobierno,
inconsistente con su política de contención del gasto del sector público, ha
presentado a la Asamblea Legislativa una propuesta del presupuesto del 2015 con
un incremento del 19% con respecto al año anterior, es decir cinco veces la
inflación del año pasado. El diputado oficialista Otón Solís se ha opuesto a
este despilfarro fiscal obteniendo la crítica de muchos diputados de su bancada
y de funcionarios públicos beneficiarios de estos gastos superfluos.
El
estrujamiento de la economía como consecuencia del déficit fiscal recurrente, junto con el desplazamiento
de los recursos financieros para pagar la deuda interna y externa, posterga la
construcción de carreteras, puertos aeropuertos, etc. La baja calificación de
la deuda por la inacción del gobierno para enfrentar el déficit fiscal, hará
subir la tasa de interés, que a su vez hará disminuir la inversión y, por ende,
el crecimiento económico.
Desmejoramiento
de la calidad de la enseñanza de I y II ciclo. En un mundo
globalizado se requiere de mano de obra especializada para trabajar en
industria de alta tecnología como la fabricación de microchips o material quirúrgico. En este sentido, para
poder medir la calidad del recurso humano se recurre a la prueba Pisa. El Informe
del Programa Internacional para la Evaluación de
Estudiantes o Informe PISA (por sus siglas en inglés: Programme
for International Student Assessment) se basa en el análisis
del rendimiento de estudiantes a partir de una serie de exámenes que se
realizan cada tres años en varios países con el fin de determinar la valoración
internacional de los alumnos. Este informe es llevado a cabo por la Organización
para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE),
que se encarga de la realización de pruebas estandarizadas a estudiantes de 15
años.
Los países
que pretenden atraer inversión extranjera de alta tecnología se esmeran en
mejorar la calidad educativa de sus respectivos países. Prueba de ello es que
los primeros nueve puestos de la prueba Pisa lo han logrado los países
asiáticos. Costa Rica está en el puesto 56 en matemáticas del total de 61
países que se someten a esta prueba. Según datos del Ministerio de Educación
Pública (MEP), el 48% de los profesores de Matemática que laboran para esta
institución falló al responder preguntas de exámenes de bachillerato.
Para poder
tener una mano de obra especializada y poder atraer una inversión extranjera directa
de alta tecnología, el MEP necesita mejorar la calidad de la educación de I
y II ciclo.
Mal
clima para iniciar una empresa. El
Doing Busines es un ranking
que elabora el Banco Mundial (BM) sobre una base de 189 economías. Lo que mide
es la facilidad para hacer negocios. A la fecha, Costa Rica estaba en el puesto
número 102, muy lejos de economías que han logrado ser un país atractivo para
hacer negocios como Nueva Zelanda, Canadá
y Singapur. El número de días que tarda un empresario para instalar una
empresa en Costa Rica es de 24 días hábiles, lo que contrasta con el 0.5 días
de Nueva Zelanda.
Altos
costos de la electricidad y la gasolina. Hace ocho
años Costa Rica tenía competitividad en los precios de la electricidad, tanto era
así que
tenía tarifas similares a los de Estados Unidos y por debajo de los
países centroamericanos Hoy en día, el país es tres veces más caro que Estados
Unidos y los costos son similares y hasta más caros que en el Istmo, esto según
Sergio Capón Brenes, coordinador de la
comisión de energía de la Cámara de
Industrias (ver La Nación, 14/8/2014).
Es importante
rescatar que los costos de producción de la energía en Costa Rica corresponden
a la tercera parte que los costos en el
Istmo, ya que son a base de la fuerza del agua, mientras que en el Itsmo hay
que quemar diesel para generar la electricidad. Sin embargo, esta pérdida de
competitividad en el costo de la energía ha hecho que muchas empresas que hacen
un uso intensivo de electricidad en sus procesos de producción migren hacia
Vietnam y Nicaragua, tal y como lo ha hecho recientemente Intel y la textilera Carter, que trasladaron sus plantas de manufactura a
Vietnam, y Yanber, que trasladará parte
de su planta a Nicaragua. Según Óscar Rodríguez, en los últimos seis años, tras
el cierre de varias empresas de manufactura textil, se perdieron casi 10 000
empleos en Costa Rica (ver La Nación,
9/9/2014).
Mi
opinión. Muchas economistas, incluyendo los del Fondo Monetario
Internacional (FMI), han recomendado a Costa Rica implementar un programa de
Reforma Fiscal, que se traduce en aumentar los ingresos tributarios (aumento de
impuestos) y reducir gastos (política fiscal contractiva). Muchas veces estos
programas son recesivos y no cumplen la meta deseada. Pues bien, yo propongo
reducir ese 80% que consume el gasto del sector público a través de fusiones de
instituciones del sector público para disminuir el tamaño del Estado y hacerlo
más eficiente y menos oneroso para las finanzas del sector público. Por otro
lado, propongo privatizar algunas empresas que se prestan para la corrupción y
la ineficiencia, como ya fue discutido en el artículo publicado en el periódico
La Republica del 17/9/2014. Con esto,
estaríamos reduciendo el déficit fiscal sin la necesidad de un programa de
Ajuste Fiscal que generaría recesión.
También se
necesita mejorar la calidad de la educación de I y II ciclo a través de la
capacitación de los profesores y de mejorar los procesos de reclutamiento y
selección de los mismos como lo hace el Banco Central de Costa Rica (BCCR) o la empresa privada.
Para mejorar
el clima de negocios el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC)
debe fortalecer los procesos administrativos, flexibilizando los requisitos y
usando la tecnología como un aliado fundamental. Este a su vez debe buscar
instituciones como el Ministerio de Salud, las municipalidades, el Ministerio
de Hacienda, entre otros, para generar
sinergias que mejoren los procesos y trámites para la creación de empresas en
el país.
Para mejorar
los costos de la electricidad y la gasolina se debe abrir el mercado de la
generación de la energía, es decir, romper el monopolio del Instituto
Costarricense de Electricidad (ICE), tal como se hizo en el sector de las
telecomunicaciones, para generar más competencia en el sector y poder ver una
disminución en los precios. Además, se deben buscar nuevas fuentes de energía
limpia.
Finalmente,
hay que combatir frontalmente la evasión y la elusión de impuestos para que no
se recarguen sobre la gasolina (30% de impuesto), lo cual no hace competitivo
el país ya que el precio de la gasolina es un precio eje en la economía.