Hoy en día, hay dos países que tienen un
desastre en su economía y en su seguridad ciudadana. En lo que concierne a la
economía, daré mi humilde opinión; la seguridad ciudadana la dejaré a los
especialistas en esa materia.
Primera mentira socialista:
“Los empresarios son angurrientos y
mafiosos, por eso debemos aplicar un control de precios sobres los productos de
primera necesidad”
La premisa seguida por los llamados países
socialistas es que el control de precios es una medida económica que busca
controlar los precios de los productos de primera necesidad, para que “los pobres”
puedan tener acceso a los bienes de primera necesidad a precios muy asequibles
y todos se puedan beneficiar de él.
En los países en que se ha implementado el
control de precios el resultado ha sido el fracaso, originando un
desabastecimiento de los productos controlados y un aumento de los precios por
encima del precio de equilibrio, aún mayor que el existente antes del control
de precios. Estas consecuencias las vemos muy claramente en las economías de
Venezuela y Argentina.
La teoría económica es muy clara en este
aspecto. El control de precios no es sino un precio fijado por decreto por el Gobierno,
el cual fija los precios de los productos por debajo del precio de equilibrio.
El resultado lógico es que a los productores no les interesa enviar productos
al mercado, porque no les genera “ganancia razonable”. Al ser tan barato los consumidores
están felices de conseguir los productos a ese precio, aunque no así los
productores que no ven la satisfacción de sus propias necesidades, generándose un
desabastecimiento o escasez en el mercado.
Los precios deben regirse por la ley de la
oferta y la demanda, siendo el mercado el mejor asignador de los recursos. Cuando
un producto es abundante, los precios tenderán a bajar, tal y como lo podemos
observar, a modo de ejemplo en los servicios de telecomunicaciones y televisión
por cable en Costa Rica. En cambio cuando un producto es escaso, su precio
tenderá a subir y como mejor ejemplo tenemos los precios de los servicios de
especialistas en Costa Rica. Surge entonces la pregunta: ¿cómo corregimos el
problema de los precios altos de los servicios médicos? Una respuesta sencilla:
aumentando la oferta de especialistas en todo el país!!!
Es importante que el Estado funja como un
árbitro, tampoco es bueno que el mercado actúe solo, porque existen “fallos de
mercado” tales como los monopolios, aranceles altos a la importación o
externalidades, entre otros; es aquí donde el papel del Estado es regular la
economía.
Segunda mentira socialista:
“Los modelos económicos neoliberales son
los que han producido pobreza y desigualdad, por lo tanto es necesario
instaurar el modelo socialista para tener un mundo de justicia social, igualdad
y equidad”
Los modelos del socialismo del siglo XXI,
tratan de estatizar todas las empresas que fueron privatizadas en su momento,
porque según ellos, el modo de producción capitalista es el causante de la
pobreza y la desigualdad, y por lo tanto es necesario estatizar estas empresas,
como la energía, el agua, la electricidad y el gas.
Veamos el ejemplo reciente de Argentina, con el
caso de Repsol YPF y la aplicación de este “modelo socialista”. Cuando estas
empresas son estatizadas, pasan a ser nuevamente empresas del sector público, y
para que la sociedad deba tener “precios justos” aplican controles de precios,
fijando los precios de los servicios por debajo del precio de equilibrio, peor
que si hubiera estado en un modelo de
“competencia perfecta”. Como con esos precios es imposible obtener ganancias
para poder reinvertir nuevamente en el negocio y comprar nuevas máquinas o para
financiar nuevos proyectos de desarrollo, es ahí, donde viene la crisis y quiebra
de estas empresas por la mala administración; porque está más que demostrado
que las empresas del sector público son administradas por burócratas, y por no
tener las competencias necesarias para gerenciar una empresa. Otro ejemplo
claro de lo que hablo es el caso de muchas empresas en Venezuela, que son
gerenciadas por Generales del Ejército. Un general podrá saber sobre armas,
pero de economía y administración no sabe nada.
La China Comunista era una dictadura que se
estaba yendo a pique y como solución encontraron abrir su economía al
capitalismo; los capitales llegaron y en 25 años han crecido en un promedio de
un 10% anual y han sacado a muchos chinos de la pobreza. Aunque China no es un
modelo a seguir, por ser una dictadura que viola los derechos humanos, no hay
duda que el Capitalismo les salvo la tanda a los comunistas chinos.
Tercera mentira
socialista: “El Capitalismo genera
pobreza”
Es por ello que los socialistas sienten un
desprecio por la inversión directa extranjera, tratando de estatizar empresas
extranjeras que compraron empresas en procesos de privatización, alegando al
“Nacionalismo”, que las empresas del petróleo y gas deben ser del Estado.
Esto fue lo que pasó en Argentina con la
estatización de Repsol-YPF, el gobierno aplicó controles de precios a la
gasolina y el gas. El precio entonces se fijó por decreto y las empresas
deberían vender a ese precio máximo (precio fijado por debajo del precio de
equilibrio, aún menor que si hubiera estado en un mercado de competencia perfecta).
Como el precio no satisfacía los costos de producción, la empresa Repsol no invertía
en nuevos yacimientos por el efecto del precio controlado.
Esto es como que el gobierno diga que el precio
del arroz se fijaría por decreto con el consiguiente resultado que a los
productores no les interesaría producir, porque no cubre sus costos de
producción, entonces se generaría un desabastecimiento. Eso es lo que pasó en
Argentina con el precio del gas y la gasolina. Como el gobierno tenía interés
en estatizar Repsol-YFP (empresa privada), le achacó su desinterés en la
inversión de nuevos yacimientos y apeló al nacionalismo de los argentinos,
promulgando la ley para expropiar la empresa Repsol-YPF. Esto genera un mal
precedente para la inversión directa extranjera al eliminar la estabilidad
jurídica.
Como consecuencia de estas medidas que ellos
dicen en pro de una justica social, para repartir mejor la riqueza, se terminan
fabricando más pobres y empobreciendo el aparato del Estado con altos déficits
fiscales. Al mantener los controles de precios y los subsidios en favor de los
pobres que ellos dicen defender y al estatizar empresas, lo único que han
logrado es ahuyentar la inversión directa extranjera, provocando una escasez de
divisas, y el Gobierno al sostener el tipo de cambio (para que no suba el
precio del dólar por la escasez de divisas) terminan acabando con las reservas
del país.
Por eso espero, como economista, que ningún
otro país latinoamericano siga el mal ejemplo del Socialismo del Siglo XXI, que para
lo único que sirve es para fabricar pobres y arruinar la economía de un país,
producir más inseguridad ciudadana por los pobres que fabrican y el lenguaje
violentista de las luchas de clases que incentiva el marxismo-leninismo.
Alfredo, comparto contigo que los grupos con pensamientos dogmáticos no aprenden ni de la experiencia propia ni de la ajena, pero los que obtienen beneficios de dicha situación son los gobernantes de las naciones en las que prevalecen modelos con cargas ideológicas sin ningún sustento real como lo comentas en tu blog.
ResponderEliminarAñadiendo un ejemplo más al tema de los controles de precios, tenemos el de los años 80 en Perú con el presidente Alan García. Precios bajos,pero sin productos disponibles a esos precios bajos. Mercado negro abastecido con precios muy altos.
Totalmente de acuerdo contigo, toda política económica de control de precios no ha funcionado ni funcionará. Tenemos muchos ejemplos, al final el objetivo noble de beneficiar a las clases sociales más desposeídas, no se cumple y peor aún, terminan condensando a mayor inflación y desabastecimiento de los productos.
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