Este 2014 la economía mundial, los pronósticos de
crecimiento lo tuvieron que ajustar a la baja, los motores de crecimiento del
mundo se están comenzando a desacelerar, tenemos dos tipos de actores: los
países desarrollados están saliendo de su letargo y están comenzado a crecer de
una manera más lenta pero segura; y por el otro lado tenemos los países
emergentes que han venido creciendo aceleradamente los últimos 10 años, pero
por la disminución de la demanda de China, los mercados emergentes verán
disminuidas sus exportaciones sobre todo los que exportan metales y commodities,
los precios de los metales tendrán una tendencia hacia la baja, pero no será
tan traumática, la disminución de compras de Bonos por parte del Tesoro de los
EEUU, hará que los capitales que migraron hacia América Latina, regresen
nuevamente hacia EEUU, provocando en algunos países una devaluación de sus
monedas, es importante que los países de
América Latina, revisen sus fundamentos macroeconómicos, porque el impacto de la crisis será de acuerdo a
como se encuentra la economía de cada país.
Según el Banco Mundial, el tipo de cambio funcionará
como un amortiguador de la crisis, “un poco de devaluación de la moneda local será bueno para
fomentar las exportaciones”, ellos llegan a esta conclusión por las siguientes
razones: el nivel de endeudamiento de los países de América Latina, es bajo con
respecto al PIB, es decir, hay margen para devaluar las monedas y además el
proceso de desdolarización en algunos países está dando resultados, es decir, no
habría un riesgo cambiario por devaluación de la moneda nacional.
Según el FMI “Primero, es necesario calibrar
correctamente las políticas macroeconómicas. Las autoridades deben resistir la
tentación de adoptar políticas fiscales expansivas para contrarrestar la
moderación del crecimiento”.
“Segundo, una fuerte regulación y supervisión del
sector financiero será crucial para proteger la estabilidad financiera interna
en un contexto de menor crecimiento y flujos de capital más volátiles”
“Tercero, los países deben promover reformas
estructurales para elevar la productividad y estimular el ahorro interno con el
objeto de incrementar el crecimiento potencial a mediano plazo”.
En mi opinión las reformas estructurales son medidas de política económica pero a largo
plazo, es importante recalcar que su eficacia en los objetivos de corto plazo
serán muy bajos, si lo comparamos con políticas monetarias o fiscales, a
diferencia de la Unión Europea (UE), que para poder contrarrestar la crisis
solamente le quedó la política fiscal, ya que la política monetaria al ser una
unión monetaria y tener el euro como moneda común, los países miembros de la
unión monetaria no podían devaluar sus monedas para poder salir de la crisis,
por lo tanto, solamente le quedaba la política fiscal como instrumento de
política económica, lo cual fue muy recesivo el ajuste post-crisis. En cambio
en América Latina, tiene más espacio para poder operar, teniendo en mi opinión
la política fiscal, para aquellos países con fundamentos macroeconómicos muy
fuertes (bajos niveles de deuda y bajos niveles de déficit fiscal), o la
política monetaria, en aquellos países que la dolarización de la economía ha
venido disminuyendo, como consecuencia de la disminución de las tasas de
interés, o un sistema financiero bastante sólido.
Autor: Alfredo Elías Alfaro Ramos
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