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sábado, 23 de noviembre de 2013
miércoles, 20 de noviembre de 2013
martes, 12 de noviembre de 2013
¡Ni Monopolios ni Aranceles Altos!
Una de las principales causas por la cual
todavía existe una preponderante desigual distribución de la riqueza en
algunos países, sobre todo los latinoamericanos, es por la existencia de monopolios
(una sola empresa que vende el producto y/o servicio) y aranceles altos
(impuestos que se cobran a la importación de productos) en su estructura productiva y comercial de
esos países. Cuando se privatizó Teléfonos de México se pasó de un monopolio
público a uno privado, éstos son todavía más sanguinarios, se apoderan del
enorme excedente del consumidor para apropiarse y hacerse ricos a costa del
sufrido cliente ósea todos nosotros. Los pobres mexicanos con salarios diez
veces menores que los europeos y norteamericanos
tenían que pagar por el servicio telefónico en su país diez veces más caro que
en Europa y EEUU, de esta manera Carlos
Slim llegó a ser el segundo hombre más rico del mundo.
En EEUU existe una ley que prohíbe la
existencia de Monopolios, se llama la ley Sherman. Esta ley le exigió a
Microsoft pagar una multa multimillonaria
por prácticas monopólicas, así es como todo Estado debe proteger a sus
ciudadanos de los voraces monopolistas, para explicar un poco este tema vamos a
ver el siguiente análisis: Mientras más cerrada es una economía (existencia de
monopolios y aranceles altos a los principales productos), más altos son los
precios de los productos nacionales o importados en dicha economía, ejemplo los
programas de software de Microsoft en el mundo, el precio de la leche, el
servicio de electricidad, el precio del arroz y los frijoles en Costa Rica. En
cambio, mientras más abierta sea una economía (apertura comercial, aranceles
bajos, eliminación de monopolios) los precios de los bienes y servicios
nacionales o importados serán más bajos, ejemplo los servicios de la telefonía
celular, seguros, créditos bancarios en Costa Rica.
En Costa Rica todavía existe un 20% de la
población que vive en condiciones de
pobreza según
el Instituto Nacional de Estadística, es decir novecientos veinte mil personas,
que ganan 200 mil colones al mes y se consideran pobres, ¿es justo que paguen
el precio de la leche, el arroz, los frijoles, la electricidad más caros que
otros países del mundo? En economía existe una herramienta muy importante que
se llama el beneficio-costo, que trata de sopesar en la balanza los
beneficios y los costos a la hora de tomar una decisión económica a nivel
familiar, empresarial, municipal y de Gobierno. ¿Es justo beneficiar a un grupo
de productores con aranceles altos y estructuras monopólicas en desmedro de
cuatro millones seiscientos mil habitantes? ¿Es justo que una familia de bajos
ingresos, cuya mayor parte de su renta
la consume en alimentación, tenga que pagar
la leche, el arroz, los frijoles y la electricidad más cara que en Europa y otras partes del mundo? La parte del
excedente del consumidor pasa a las manos del productor para que se haga más
rico, porque el Estado a través de políticas mercantilistas y sobre todo
perjudiciales para la gran mayoría de personas sobre todo las de menores
ingresos, ha permitido que sucedan estas cosas. Como dice Xavier Serbia “Toma
nota”
El objetivo de todo Gobierno que se digne en
proteger a sus conciudadanos es eliminar todo tipo de monopolio, sea público o
privado, porque son muy dañinos para la economía en su conjunto y sobre todo
para las clases económicas más desprotegidas, los de escasos recursos
económicos que gran parte de sus ingresos
lo gastan en comida, electricidad, pasaje en bus, alquileres de vivienda, etc. Y también es responsabilidad del Gobierno contribuir con los procesos de apertura
comercial para bajar a cero los aranceles de los principales productos de la
canasta básica familiar, pero claro por ahí saltan los populistas y dicen: “La
seguridad alimentaria, debemos producir lo que nos vamos a comer”, eso es un
cuento que nos han vendido hace muchos años. Singapur, por ejemplo, es un
pequeño país que no tiene recursos naturales y no siembra ni produce alimentos
de primera necesidad, era un país pobre, mucho más pobre que muchos países latinoamericanos
como Nicaragua y Bolivia, hoy es un país rico
e importa lo que su población
consume, pero tiene los recursos económicos para comprar lo que se va a comer porque tiene
un ingreso per cápita de 42950 dólares.
Por lo mencionado en los párrafos anteriores
para contribuir con la disminución de la
injusta distribución de la riqueza, mejorar la calidad de vida de los
habitantes de un país, disminuir la
inflación, los gobiernos deben eliminar los monopolios públicos y privados, y
contar con procesos de apertura comercial (disminución de los aranceles de los
productos importados) en Costa Rica ya se ha iniciado con la apertura en el
mercado de las telecomunicaciones y los seguros, logrando en ambos casos un aumento
en los servicios y una disminución de los precios saliendo ganando nosotros los
consumidores, obligando a los productores ser más eficientes, también se está
logrando con el arroz, para el beneplácito de los que menos tienen. Falta la
leche, el pollo y los frijoles.
Autor: Alfredo Elias Alfaro Ramos
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