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sábado, 10 de mayo de 2014

La Prueba Pisa y el diamante de Porter como factores de competitividad en una economía del conocimiento

En la economía del conocimiento, la capacidad para desarrollar procesos mentales es la principal “competencia” que deben tener las personas de un país. Hoy en día, los países que apuntan a ser proveedores de mano de obra para desarrollar la economía del conocimiento deben tener una mano de obra calificada y el mejor estándar para medir esa “calidad” es, por antonomasia,  la Prueba Pisa.

La Prueba Pisa: es una prueba que se aplica a 65 países del mundo que están dispuestos a someter a sus estudiantes de 15 años de edad a un tipo de prueba que permite medir la competitividad de su sistema educativo en el mundo. Esta prueba, que se realiza cada tres años, la organiza la OCDE y en ella se califican tres aspectos: Comprensión de lectura, matemáticas y ciencias. La última medición se realizó el  año 2013 y en esta oportunidad los primeros siete  puestos correspondieron a los países asiáticos liderados por China.

La Globalización ha permitido tanto la globalización de los mercados como la  globalización de la producción. Hoy en día muchas empresas multinacionales diseñan en un país, manufacturan en otro y venden a todo el mundo, buscando los países que tengan cierta ventaja comparativa en cada proceso de la producción; por ejemplo, algunas empresas diseñan en EE.UU., manufacturan en China, y reexportan la producción a EE.UU. para ser vendida en el mercado más grande del mundo, tales como APPLE, Microsoft y muchas otras.

¿Qué es lo que hemos hecho y qué nos falta en Costa Rica? Hemos hecho muchas cosas bien, como por ejemplo el invertir el 8% del PIB en educación y de esta forma aumentar la cobertura de la educación en el país, pero nos falta mejorar la calidad de la educación en el nivel primario y secundario. La mejor prueba de la afirmación anterior es que hemos caído en el ranking de la Prueba PISA, ocupando el puesto 57 por debajo de Chile, México y Uruguay, pero muy por debajo de los países líderes (los asiáticos).

Diamante de Porter.  Michael Porter, destacado economista de la Universidad de Harvard, recalca cuatro aspectos para que los países logren tener una mejor competitividad.

a) Dotación de factores. Porter destaca dos factores: básicos y avanzados. En los factores básicos se incluyen los recursos naturales, el clima, la ubicación y los datos demográficos. Los factores avanzados comprenden la infraestructura de comunicaciones, los trabajadores especializados, los centros de investigación y las capacidades tecnológicas. Un país será más competitivo en la medida que desarrolle más los factores avanzados;

b) Condiciones de la demanda. La competencia  exige a las empresas ser mejores e innovar; esto es bueno para los clientes y las empresas;

c) Sectores afines y de apoyo.  La creación de conglomerados o “Cluster”, permite que los países tengan una industria muy posicionada. Tal es el caso del liderazgo tecnológico de Estados Unidos con Silicon Valley;

d) Estrategia, estructura y rivalidad de las empresas. El primer punto Porter destaca la mejora de los procesos de manufactura; es así como en lugar de maximizar los rendimientos económicos, mejora la ventaja competitiva. Destaca en este aspecto la diferencia del enfoque entre la industria automovilística de Japón y EE.UU. El segundo elemento destaca la rivalidad interna entre las empresas generando así presiones para innovar, mejorar la calidad, reducir costos e invertir en la modernización de los factores avanzados. Todo esto crea competidores de clase mundial.

Estrategia de Ventaja Competitiva. Para lograr tener una mejor ventaja competitiva como país, debemos mejorar la calidad de la educación, del sector primario y secundario, para preparar mejor a nuestra mano de obra y poder competir a nivel mundial. A partir de este enfoque la Globalización nos obliga escalar en las pruebas PISA, como una necesidad impostergable, así como mejorar nuestra actual infraestructura de comunicaciones. Otros aspectos a tomar en cuenta conllevan desarrollar más centros de investigación  y capacidades tecnológicas y crear sectores afines y de apoyo.


En este último punto es importante recalcar que Costa Rica tiene una ventaja comparativa en Industria de Alta Tecnología; la idea es crear “Clusters” sobre industria de alto valor agregado, donde el “conocimiento” sea el principal insumo para poder competir a nivel mundial con los países que sí están avanzando en este tema.